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💯🔥MI SUMISA ISABEL💯🔥

Anónimo BDSM

💯🔥MI SUMISA ISABEL💯🔥
24 de marzo de 2023

💯🔥MI SUMISA ISABEL💯🔥

UN RELATO ESCRITO POR ANONIMO. DOMINACIÓN

Hola,Isabel es una mujer madura de unos 38 años, tiene un cuerpo normal ni delgada ni gorda, se nota que se cuida pese a la edad, es una mujer muy atractiva con los ojos marrones y media melena, tiene un aroma a jazmín. Isabel es una chica sumisa y como dominante eso me gustaba.

Tras varias semanas hablando por mail un día decidimos ir a tomar una copa así que quedamos en un pequeño bar cerca de su casa.

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Cuando llegué al bar no había nadie, me senté y pedí una cerveza puesto que había llegado temprano. Me dispuse a esperar a que llegara la hora acordada, pasados unos 10 minutos Isabel llegó al bar que ya tenía más vida, sobre todo chicos de la facultad y algunas familias. Al llegar Isabel los chicos se quedaron embobados mirándola, iba vestida con un vestido negro ceñido con tacones y el pelo suelto… La verdad es que iba preciosa levantaría el libido a cualquier hombre, era imposible negar eso.
 
Cuando llegó nos dimos dos besos y pedimos algo, nos pusimos a hablar y pasadas unas horas decidimos ir a cenar a un bar que me encantaba. Cuando llegamos pedimos una mesa y nos sentamos a cenar. En la cena nos intimamos un poco.
Cuando acabamos de cenar cogí el coche para llevarla a su casa, una vez en el coche Isabel se insinuó un poco y no hizo falta más siendo yo tan caliente, empecé a comerle la boca y el cuello bajando a su pecho, disfrutaba cada beso que le daba y no parecía que quisiera parar así que fui bajando hasta sus piernas cuando Isabel me dijo que parase…
 
Paré y le pregunté qué era lo que pasaba y me dijo que no pasaba nada, pero que ya puesto mejor hacerlo en la casa y así lo hicimos, fuimos a su casa, nos pusimos más cómodos y cuando abrió un cajón para coger los condones, vi unas esposas y varios juguetes, consoladores, bolas chinas, vibradores…
Sonreí y le pregunté:
-te gusta el sado o la sumisión?
Y me contestó que era sumisa…
Una chica sumisa y con ganas de ser dominada, una sonrisa se hacía en mi cara mientras me quitaba la correa, cogí las esposas y los juguetes y le puse las manos en la espalda y la tumbé en la cama, le puse la correa al cuello y vi que Isabel era una sumisa de las que ya no veía.
 
Isabel estaba atada con la correa puesta y de rodillas en la cama, todo un espectáculo verla así, me puso como una moto. Me acerqué a ella y pasé mi mano desde su pecho a su culo acariciando su cintura, cuando llegue a su culo le di un pequeño azote y la tumbé en la cama. Cogí sus juguetes y con las bolas chinas, las lubrique y las puse en su culo, entraron despacio entre gemidos de Isabel.
 
 Me acerqué a su coñito depilado sin ningún pelo que bonito. Le abrí los labios y pase los dedos por su clítoris y empecé a comérselo y meter los dedos hasta que Isabel se corrió. Me reí y cogí su vibrador, lo encendí y se lo metí en el coñito y empecé a jugar con él. Veía como se estremecía, como se doblaba y disfrutaba como una niña, la bese y poniendo la polla en su cara empezó a chupármela.
 
 La verdad es que lo hacía muy bien, le solté las manos y se puso a jugar con mis huevos. Pasado un rato le dije “ven aquí perra” y me dijo “si mi amo”, le ordene que se pusiera a 4 y así lo hizo, saque el consolador de su coñito y se la clave entera, la cogí de la correa y azote mientras ella gemía. Saque las bolas de su culito y se la metí por el culo bien fuerte. Sus gritos se escuchaban por toda la casa. Pasadas unas horas salimos de la cama, Isabel sabía que ya no había marcha atrás
Ya era mi sumisa y yo su amo; estaba a mi disposición y sabía que podría castigarla si no me obedecía. Me encanta mi nueva sumisa.
Pasado un rato la llame
-Perra ven aquí
Isabel apareció a gatas con un dilatador anal con cola de perro puesto en el culo, la correa al cuello. Verla así me hizo pensar en darle una alegría, le metí un consolador por el coñito. Mientras gemía y pedía que la dejara correrse.
Me reí “no tienes permiso para correrte perrita”. Al rato empezó a temblar de placer, la cogí por la correa y saqué mi polla y le dije que me la chupara hasta que acabase y así lo hizo. Cuando vi que Isabel no podía más le deje correrse y estalló su cara era de plena satisfacción y alegría, se tumbó en el sofá a mi lado y se quedó dormida.
Continuará...

 

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